martes, 25 de mayo de 2010

UN EXTRAÑO COMIENZO

Aun no recuerdo exactamente como sucedió todo, se que fue algo sumamente especial y definitivamente único; a pesar de haber sido la primera vez que nos veíamos, la conexión que hubo entre los dos fue inmediata, al grado de darme la impresión de que hacía años que nos frecuentábamos.
La primera impresión fue fatal, de hecho ahora que lo pienso con detenimiento me caíste pésimo, no te toleraba, quizá no me caías mal sino que me atraías de una manera inexplicable y me enfurecía el hecho de no poder hablarte, pero bueno al final mi perspectiva acerca de ti cambió, después ya no quería estar lejos de ti.
Nuestras primeras conversaciones no fueron muy amables, sino todo lo contrario, cada vez que entablábamos conversación era para comenzar una discusión que seguramente duraría horas, teníamos una intermediaria, como olvidarla, Arely, ella era la que siempre estuvo para apaciguar nuestros temperamentos, si veía que la cosa se ponía peligrosa nos alejaba, al final creo que se terminó convirtiendo en un pasatiempo para ella, quien lo diría, transformamos esas discusiones en horas interminables de platicas, terminaste conociéndome ala perfección al igual que yo a ti.
La primera vez que nos separamos por un tiempo relativamente largo fue doloroso, porque a pesar de que normalmente estábamos peleando, nos necesitábamos mutuamente, recuerdo la manera en la que me miraste cuando me subí al autobús, me iba por menos de una semana, y sabias perfectamente que era un viaje de estudios, fue la primera vez que hablamos sin pelear, me dijiste que me cuidara mucho, porque si me pasaba algo ibas hacer que me la pasara muy mal por el resto del año, no dijiste nada cariñoso como de costumbre, sin embargo aquella mirada que me dirigiste me bastó para darme cuenta que realmente me echarías de menos.
Fueron cuatros días terriblemente largos, no voy a negar que me divertí estando fuera de la rutina, porque eso sería una blasfemia, pero si puedo asegurar que te extrañe más de lo que realmente me hubiera gustado, pero trate de no pensar mucho en ello. Necesitaba divertirme y fue lo que hice, disfrute al máximo mi viaje, pensando en que cuando regresara las cosas volverían a ser igual, nada cambiaria y continuaríamos con nuestras interminables discusiones; mi aventura transcurrió sin ningún inconveniente, bueno eso fue lo que creí, porque debido al cambio de temperatura enferme de la garganta, claro que todos sabían que eso no era novedad en mi, ya que siempre he sido demasiado propensa a aquello, pero al parecer a ti se te olvido, por que cuando llegue me reclamaste eso.
Me esperabas con ansias, o al menos eso persivi al verte parado en la puerta con los brazos cruzados sobre tu pecho, no corriste a recibirme porque ese no era tu estilo, pero después de que salude a todos los que se habían acercado para darnos la bienvenida camine a ti para saludarte, y vaya sorpresa que me lleve, porque no me dijiste nada, simplemente me abrazaste cálidamente, un gesto bastante extraño en ti, la sensación que sentí en aquel momento fue indescriptible pero aun la recuerdo perfectamente.
Tal como lo había pensado antes, 5 minutos después ya estábamos discutiendo, como siempre fue por algo trivial, para ser precisos me reclamabas el porqué no me había cuidado bien y porque había regresado enferma, decías que ahora no podríamos discutir bien, ahora si ya no me sentía fuera de lugar, definitivamente volvías a ser el casi el mismo, y digo casi porque aquel abrazo saco a flote sentimientos que ambos teníamos reprimidos.
A partir de entonces si discutíamos porque eso era inevitable pero ahora ya te mostrabas más cariñoso, en ocasiones inconscientemente eras muy lindo, era gracioso ver cómo te esforzabas por tratarme de la misma manera que antes, pero no podías, tus sentimientos no te lo permitían, hasta que un día finalmente decidiste dar el paso que tanto anhelaba.
No voy a mentir diciendo que todo fue miel sobre hojuelas, pero si comenzamos a escribir nuestra historia, una historia que como la mayoría de las cosas tuvo su final, pero que aunque pasa el tiempo el recuerdo seguirá dentro de nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario